viernes, 29 de noviembre de 2013

Entrevista a Juan Ruesga

Juan Ruesga durante la charla en el CDAEA
La actualidad cultural en Sevilla se centra en esta ocasión en el debate que el martes 19 de noviembre tuvo lugar con el arquitecto y escenógrafo sevillano Juan Ruesga. Este importante, conocido y reconocido autor, cursó sus estudios en la Escuela de Arquitectura de Sevilla y ya desde muy pronto comenzó a interesarse por lo espacios teatrales para, finalmente, encaminarse profesionalmente al diseño de espacios escénicos. Su estudio y análisis se ha centrado, por tanto, en la investigación de la escena, el diseño teatral y los equipamientos culturales.

Con más de 60 escenografías y otros 52 edificios e instalaciones teatrales reformadas a sus espaldas, la trayectoria profesional y artística de este arquitecto y creador de artes escénicas sevillano le ha valido el reconocimiento por parte numerosos grupos tanto del mundo de la arquitectura como de teatro. Entre sus principales logros encontramos numerosos premios y distinciones a su trayectoria profesional, el último de ellos el premio MAX 2011 al Mejor espectáculo de danza, por "Cuando yo era..." de Eva Yerbabuena, un espectáculo de Ballet Flamenco por su labor de director de puesta en escena.

Podemos oír una pequeña presentación que Juan hizo al comienzo de su intervención cuando le preguntamos por su visión general de la cultura, el teatro y el arte y a continuación algunas de las preguntas más interesantes que contestó durante la entrevista:


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P. Asegura que “la arquitectura debe emocionar”, pero ¿cómo se emociona a través del espacio?
R.El espacio comunica, y en una obra de teatro, el espacio debe hacer sentir cosas al espectador. Cuando un director de una obra se pone en contacto conmigo para la realización de un trabajo, es importante seguir un procedimiento creativo concreto con el que llegar a un entendimiento entre texto y escenario.

P.¿Cómo definiría la relación director-escenógrafo?
R.Siempre he defendido que la obra del director queda plasmada en un papel y en el momento que entrega ese guión, la parte escenográfica puede interpretar ese texto a su antojo. La labor del texto, por decirlo de alguna manera, reside en sí mismo, en el texto como creación, pero la parte escénica de una obra puede entender e interpretar ese texto de diversas maneras de forma que hay que dejar trabajar al escenógrafo con total libertad para dejarle desarrollar su propia faceta creativa.

P. ¿Pero esto puede llevar a conflictos? ¿A tenido alguna experiencia de este tipo?
R.La verdad es que durante toda mi carrera profesional no he tenido ningún encontronazo con ningún director. Lo importante aquí es diferenciar correctamente las facetas de cada uno e intentar no inmiscuirte en el trabajo de otra persona. Para ello, además, realizamos numerosas reuniones a lo largo de todo el montaje. Una inicial en la que veo qué se quiere y si puedo hacerlo y luego numerosos encuentros con el director para comprobar que la obra se está desarrollando correctamente siempre bajo mi criterio y el del director.

P.¿Dentro de su actividad profesional, qué considera su mejor trabajo?
R. Todos y cada uno de los trabajos que he realizado y de las actividades que he llevabo a cabo han conjugado mis dos pasiones, el teatro y la arquitectura, pero creo que el proyecto sobre la reconstrucción de espacios teatrales públicos ha sido una de las actividades más gratificantes. Reconstruir, rediseñar un espacio existente pero en malas condiciones, aplicando los conocimientos tanto en aspectos técnicos propios de mi face de arquitecto como el valor estético tan necesario en este trabajo, tiene como resultado la consecución de importantes obras que transimiten satisfacción cuando se acaban.

P.Por último, me gustaría saber cómo observa el panorama actual en relación a los estudiantes de arquitectura, por ejemplo, ¿cómo trataría de infundir, a un alumno, la pasión por el teatro y la posibilidad de conjugar ambas actividades?
R.Actualmente, la mayoría de los estudiantes en prácticas, incluso de los trabajadores de mi actual proyecto, la empresa Arcadia Amarga S.L en convenio con la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla., para el desarrollo de actividades culturales, son arquitectos. Esto refleja la invitable relación entre ambas. Ser escenógrafo requiere tener conocimiento y dominio del dibujo y actualmente los estudiantes tienen conocimientos teórico pero les falta ese valor artístico y estético que la escena exige.

P.¿Puede entonces ser un efecto de la crisis que dada la falta de trabajo los estudiantes de arquitectura se planteen ahora como posibilidad intruducirse en el mundo del teatro?
R. Bien, la verdad es que no sé si puede ser, o no, efecto de la crisis económica actual, pero desde mi perspectiva, y en mi caso acabé la carrera hace ya muchos años, su unión no debe ser producto de una crisis ni de la necesidad, sino de la relación natural y de lo mucho que de una en la otra y vicerversa. Realmente no sabría contestarte a eso, puede que sí esté sirviendo para abrir el abanico de posibilidades pero en el mundo de la cultura, los recursos no han sido nunca excesivos y la crisis, ahora como antes, ha afectado siempre a este sector.


Fuente personal Juan Ruesga 

Ocio y cultura en Sevilla 





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