Juan Ruesga durante la charla en el CDAEA |
La actualidad cultural en Sevilla se
centra en esta ocasión en el debate que el martes 19 de noviembre
tuvo lugar con el arquitecto y
escenógrafo sevillano Juan Ruesga. Este importante, conocido y
reconocido autor, cursó sus estudios en la Escuela de Arquitectura
de Sevilla y ya desde muy pronto comenzó a interesarse por lo
espacios teatrales para, finalmente, encaminarse profesionalmente al
diseño de espacios escénicos. Su estudio y análisis se ha
centrado, por tanto, en la investigación de la escena, el diseño
teatral y los equipamientos culturales.
Con más de 60
escenografías y otros 52 edificios e instalaciones teatrales
reformadas a sus espaldas, la trayectoria profesional y artística
de este arquitecto y creador de artes escénicas sevillano le ha
valido el reconocimiento por parte numerosos grupos tanto del mundo
de la arquitectura como de teatro. Entre sus principales logros
encontramos numerosos premios y distinciones a su trayectoria
profesional, el último de ellos el premio MAX 2011 al Mejor
espectáculo de danza, por "Cuando yo era..." de Eva
Yerbabuena, un espectáculo de Ballet Flamenco por su labor de
director de puesta en escena.
Podemos oír una
pequeña presentación que Juan hizo al comienzo de su intervención
cuando le preguntamos por su visión general de la cultura, el teatro
y el arte y a continuación algunas de las preguntas más
interesantes que contestó durante la entrevista:
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P. Asegura
que “la arquitectura debe emocionar”, pero ¿cómo se emociona a
través del espacio?
R.El
espacio comunica, y en una obra de teatro, el espacio debe hacer
sentir cosas al espectador. Cuando un director de una obra se pone en
contacto conmigo para la realización de un trabajo, es importante
seguir un procedimiento creativo concreto con el que llegar a un
entendimiento entre texto y escenario.
P.¿Cómo definiría la relación
director-escenógrafo?
R.Siempre
he defendido que la obra del director queda plasmada en un papel y en
el momento que entrega ese guión, la parte escenográfica puede
interpretar ese texto a su antojo. La labor del texto, por decirlo de
alguna manera, reside en sí mismo, en el texto como creación, pero
la parte escénica de una obra puede entender e interpretar ese texto
de diversas maneras de forma que hay que dejar trabajar al
escenógrafo con total libertad para dejarle desarrollar su propia
faceta creativa.
P. ¿Pero esto puede llevar a conflictos? ¿A tenido
alguna experiencia de este tipo?
R.La
verdad es que durante toda mi carrera profesional no he tenido ningún
encontronazo con ningún director. Lo importante aquí es diferenciar
correctamente las facetas de cada uno e intentar no inmiscuirte en el
trabajo de otra persona. Para ello, además, realizamos numerosas
reuniones a lo largo de todo el montaje. Una inicial en la que veo
qué se quiere y si puedo hacerlo y luego numerosos encuentros con el
director para comprobar que la obra se está desarrollando
correctamente siempre bajo mi criterio y el del director.
P.¿Dentro de su actividad profesional, qué
considera su mejor trabajo?
R.
Todos y cada uno de los trabajos que he realizado y de las
actividades que he llevabo a cabo han conjugado mis dos pasiones, el
teatro y la arquitectura, pero creo que el proyecto sobre la
reconstrucción de espacios teatrales públicos ha sido una de las
actividades más gratificantes. Reconstruir, rediseñar un espacio
existente pero en malas condiciones, aplicando los conocimientos
tanto en aspectos técnicos propios de mi face de arquitecto como el
valor estético tan necesario en este trabajo, tiene como resultado
la consecución de importantes obras que transimiten satisfacción
cuando se acaban.
P.Por último, me gustaría saber
cómo observa el panorama actual en relación a los estudiantes de
arquitectura, por ejemplo, ¿cómo trataría de infundir, a un
alumno, la pasión por el teatro y la posibilidad de conjugar ambas
actividades?
R.Actualmente,
la mayoría de los estudiantes en prácticas, incluso de los
trabajadores de mi actual proyecto, la empresa Arcadia Amarga S.L en
convenio con la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla., para el
desarrollo de actividades culturales, son arquitectos. Esto refleja
la invitable relación entre ambas. Ser escenógrafo requiere tener
conocimiento y dominio del dibujo y actualmente los estudiantes
tienen conocimientos teórico pero les falta ese valor artístico y
estético que la escena exige.
P.¿Puede entonces ser un efecto de
la crisis que dada la falta de trabajo los estudiantes de
arquitectura se planteen ahora como posibilidad intruducirse en el
mundo del teatro?
R. Bien,
la verdad es que no sé si puede ser, o no, efecto de la crisis
económica actual, pero desde mi perspectiva, y en mi caso acabé la
carrera hace ya muchos años, su unión no debe ser producto de una
crisis ni de la necesidad, sino de la relación natural y de lo mucho
que de una en la otra y vicerversa. Realmente no sabría contestarte
a eso, puede que sí esté sirviendo para abrir el abanico de
posibilidades pero en el mundo de la cultura, los recursos no han
sido nunca excesivos y la crisis, ahora como antes, ha afectado
siempre a este sector.